En los últimos años, la telefonía móvil ha experimentado grandes cambios, dejando paso a los teléfonos inteligentes o Smartphones. Aproximadamente, el 71% de los españoles ya son usuarios de uno, una cifra que se ha incrementado rápidamente desde el año 2010, situada en el 29%.
Estos nuevos teléfonos permiten al usuario personalizar su propio móvil, con una amplia variedad de aplicaciones que se pueden descargar. Esto ha llevado al usuario a dar más importancia al sistema operativo, la capacidad del terminal, etc. Y menos a otros aspectos que antes se tenían más en cuenta como la apariencia del teléfono.
Antes todos los teléfonos tenían prácticamente las mismas funciones y la diferenciación se encontraba en el diseño, mientras que hoy en día damos más importancia a las capacidades que tiene el teléfono que al exterior; que por otra parte, se ha vuelto más similar entre los nuevos modelos.
Ahora en los móviles se ha generalizado la pantalla táctil, por lo que no se requiere un teclado adicional, aunque algunos lo incorporan para facilitar la escritura. Por esto, las pantallas son cada vez más grandes y los diseños de los teléfonos más parecidos.
Este elevado crecimiento, sin embargo no significa que el porcentaje de usuarios de Samrtphones vaya a seguir creciendo a esta velocidad. Es más, el incremento del uso de los Smartphones entre la población española puede que esté llegando a su techo. No todo el mundo quiere tener un Smartphone, hay un porcentaje seguirá prefiriendo un teléfono móvil tradicional. Que no le interesa tener en el móvil el correo electrónico o acceso a las redes sociales y que ven el móvil como una herramienta de comunicación para llamar y recibir mensajes, y que todo lo demás lo dejan para cuando están en casa.
